Volvemos con un nuevo artículo sobre utilidades en aire comprimido. En este caso estamos hablando de contaminación y en particular veremos cómo eliminar las sustancias nocivas del aire comprimido, con el fin de asegurar su calidad y eficiencia.

Uno de los factores que puede contaminar el aire comprimido es sin duda el aceite residual. Es muy complicado, a pesar del uso de filtros especiales, saber con precisión cuánto aceite queda en el aire comprimido después de su filtración. La alta temperatura no permite una perfecta separación de los elementos y esto da como resultado trazas de aceite que no se filtran perfectamente. A esto se suma la misma temperatura ambiente que puede afectar la temperatura de un compresor en funcionamiento.

Eliminación de sustancias nocivas del aire comprimido: 3 métodos recomendados

Para remediar esto, uno de los métodos más utilizados es mantener el aire lo más seco posible y evitar el agua libre que puede dañar los filtros de fibra. Estos, son capaces de eliminar el aceite solo si está en forma líquida (gotas), mientras no pueden capturar los vapores que, en cambio, deben eliminarse con filtros de carbón activado. El uso de una combinación de filtros puede ser una buena solución para la contaminación del aire comprimido por aceite. Claramente, el problema se reduce a cero si reemplazamos nuestros compresores con compresores exentos de aceite para los que no se necesitan filtros de aceite. Este tipo de compresor trabaja a una presión menor pero resulta excelente en términos de consumo energético, garantizando un ahorro económico considerable.

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Otro método para eliminar sustancias nocivas del aire comprimido es el que ve el uso de un enfriador final capaz de reducir el contenido de agua y bajar los valores de temperatura del aire comprimido. Normalmente la enfriadora se incluye en las instalaciones de la planta, despues del compresor y se enfría por aire o agua.

El tercer método es el uso de un separador de agua que divide el condensado y el aire comprimido. La función de este separador es extraer la mayor cantidad de agua de condensación posible una vez que se ha comprimido el aire. Con una regulación adecuada, se puede lograr hasta un 80% -90% de eficiencia.